En la batalla de Brooklin, un enorme ejército de británicos y hesianos forzó al general Washington y su desarrapado ejército a salir de la ciudad. Dos hermanos, niño y niña, recientemente huérfanos, hacen lo que sea necesario para conservar su granja.

Texto de la editorial: ¿Acaso hay gatos policía? Libro de cómics sobre el comportamiento de los gatos, los cuales veremos reflejados en las ilustraciones. "Este libro está dedicado a MAO, mi primer gato, que como el primer amor, nunca se olvida. Pero también a DIXI, la gata más negra, cariñosa, histérica y lista; y a FRITZ, un pasota que a pesar de ello decidió un día adoptarnos. Y a la NINA y al WHISKY (que están en el cielo, jugando con MAO, seguro). ¡Los hijos de perra más buenas del mundo! Y a la OLIVIA, esa perra BEAGLE (como SNOOPY) que sólo entrar en casa decidió ser la más alegre compañera de juegos de los gatos, así como su madre y más severa vigilante, cosa recibida con filosófica resignación y escaso entusiasmo por parte de los gatos. Y en otro terreno, a los sufridos sofás de las casas en las que hay gatos.
Pero este libro no está dedicado a…

Dos mentes brillantes y retorcidas pertenecientes a épocas diferentes juegan peligrosamente con la quimera de la inmortalidad en épocas diferentes. Victor Frankenstein, obsesionado con sus estudios sobre la esencia de la vida, acaba creando un ser sobrehumano, un monstruo consciente de serlo. Una criatura que desaparecería sin dejar rastro durante décadas tras desatar una ola de terror. Pero este ser de pesadilla reaparece cuando el doctor Jekyll crea una droga que le permite separar el bien del mal que hay en cada individuo, una droga que podría potenciar de forma infinita si dispone de las investigaciones de su predecesor.

Harlem Blues retrata -con una visión distanciada, desde un 1978 muy consciente de mirar al pasado- los temas definitorios de la época en que transcurre (1946): la posguerra, el racismo, los bajos fondos, los entretenimientos de moda (el cine, el boxeo), etc. mezclados con una historia de amor sin esperanza y, por supuesto, la música. Crepax, un aficionado al jazz (entre sus primeros trabajos se cuentan ilustraciones para discos de jazz en los ’50 y ’60), dispone todos los elementos alrededor de la banda sonora de míticos standars tocados por Charlie Parker, apodado “Bird”: Night in Tunisia, Laura, Loverman, etc.